Los seguidores de este blog ya son conocedores de la opinión que nos merece este tipo metido a concejal. Como bien sabrán ustedes, ahora se encarga, ¡qué nos pille confesados!, de la concejalía de Cultura tras la polémica marcha de Marisol González. El hueco que ha dejado el niño lo ocupa ESTEBAN, ese que suspendía por doquier a los noveles en los exámenes de conducir. Su apellido es Rebollo.
Como este cobrador del erario público ha llegado al final de una etapa (desgraciadamente tiene prórroga) es un buen momento para ver qué ha conseguido en estos dos años de ¿duro? ¿trabajo? y ¿esfuerzo?. Con su puesta en escena habitual hizo público la nueva ordenación de las líneas urbanas de autobuses. Se pondrían en marcha en enero de 2009. No se cumplió y lo rechazó a marzo de 2009. Este es el momento en el que deben mirar sus calendarios y comprobar a qué fecha estamos. Efectivamente, tampoco se ha llevado a cabo. De hecho, es probable que el examinador de tráfico acabe haciendo su propio mapa de autobuses. En definitiva, dos años cobrando por no hacer nada. Gracias, Malvido.
Como decimos ya es su tercera concejalía y podemos adivinar los frutos que recogerá dentro de dos años, cuando lleguen la elección municipal. Serán exactamente iguales a los recogidos en Juventud y en Movilidad: nada de nada. Todo esto con el agravante de que Burgos se enfrenta, de aquí al 2011, a esa "carrera de fondo" que supone la designación como Capital Europea de la Cultura. Y es que este chavalote afirma que "calentamiento, es decir, ha comenzado a explicar a la sociedad burgalesa qué significa la capitalidad cultural". Para calentar casi cuatro años llevamos. Incluso en una entrevista en la Palabra de Burgos es incapaz de concretar nada de lo que quiere hacer. Como si no tuviera ni idea, ¡qué bien disimula el concejalito!.
Lo peor de todo es que gestionará el Auditorio. Una buena razón para retrasar la obra.
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