Cada año me hago la misma pregunta y, casi cada año, me termino respondiendo lo mismo: "así debe de ser". Diario de Bulos no tenía previsto realizar ninguna entrada que no fuera de las fiestas durante su duración y, de hecho, sólo quería anunciar cada día los actos previstos en el programa de fiestas. Sin embargo, aunque cumplimos lo primero vamos a fallar la promesa de lo segundo.
Podríamos criticar el más que bajo nivel musical que, año tras año, intentan animar las noches de la semana festiva. Podríamos hablar de la idea de hacer un concurso internacional de fuegos artificiales y del que muchos burgaleses ni siquiera conocen. Podríamos hablar del precio de las tapas; el aumento en un 10% del precio de las mismas no se ha correspondido ni con un aumento por parte de los hosteleros similar en imaginación ni en la pretendida calidad (aunque no he probado todas las tapas, quizá me hayan tocado las menos buenas).Podríamos hablar de la invisible presencia de la candidatura a Capital Europea de la Cultura durante esta semana. Podríamos hablar de los toros; si se redujeron de 9 a 6 corridas la calidad debería haber aumentado y tampoco ha sido así. Podríamos hablar del enfado de las peñas con el espenpento de cabalgata. También podríamos hablar de Karraskedo, pero de eso que hablen otros. Incluso podríamos hablar de una de las frases más estúpidas enunciadas desde el Ayuntamiento: "las barracas, cada año, irán rotando por los diferentes barrios de Burgos".
En definitiva, debe ser complicadísimo mejorar unas fiestas más que sosas y de las que sólo se pueden salvar al colorido de las peñas y a los grupos de teatro y música burgaleses que animan el ambiente. Por lo demás, nada destacable. Una semana sosa y que cuando más animación noctura hay,los fines de semana, se terminan quedando como otro fin de semana cualquiera pero lleno de gente. Sólo eso. Al final, nos lo acabaremos pasando bien pero no gracias a la programación festiva. Sólo por las ganas.
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