
Se acabó el verano. Y con él, las vacaciones y el bueno tiempo. Por contra, los estudiantes ya han tenido que examinarse en su segunda oportunidad. Todo ello marca el comienzo de un nuevo curso. Un nuevo curso muy parecido a los precedentes, desgraciadamente.
Un año más, y ya son demasiados, la Comunidad Autónoma de Castilla y de León ve, impasible, cómo las estaciones de trenes o de autobús se llenan los domingos por la tarde de sus conciudadanos que se dirigen a sus lugares de trabajo. Burgos es un claro ejemplo de ello. Baste ir a la estación de autobús y ver cuántos autobuses completos se dirigen a Madrid llenos de jóvenes burgaleses que han tenido que abandonar su tierra para trabajar en la capital. Para más inri, la mayoría de estos jóvenes son diplomados, licenciados o ingenieros. A esto se llama fuga de talentos.
Aunque es difícil encontrar cifras oficiales sobre cuántos jóvenes titulados emigran de la Comunidad, algunos llegan a afirmar que podrían alcanzar varios miles de estudiantes cada año. De hecho, Diario de Bulos maneja una cifra dada por leonesistas pero que, por ser un número tan elevado, no nos atrevemos ni a publicar.
Médicos, ingenieros de caminos, arquitectos, aparejadores, ingenieros en informática, telecos, biólogos, ... prácticamente todas las ramas del árbol universitario ven cómo sus hojas, los alumnos, abandonan esta tierra porque las oportunidad o no existen o no son nada atractivas.
Para evitarlo qué mejor que invertir en Parques Tecnológicos y la creación de suelo industrial. Sin embargo, Burgos tiene que ver cómo se cercenan sus derechos y se corta su desarrollo en ambos temas. Ni el parque tecnológico ni el polígono de Buniel lo tienen nada fácil. Con este panorama y a este ritmo lo más fácil es marcharse.
Por último, me gustaría recordar un artículo que publicó el Diario de Burgos sobre la fuga de talentos. Toda una página al asunto. Me acuerdo perfectamente a pesar de que se publicó hace dos o tres años. En ella, y para disculpar a no sé quién, afirma que estos jóvenes que se van, esta fuga de talentos, no es tal; que la práctica totalidad de los que emigran son simples titulados superiores y que, no por ello, eran genios. No, no lo son, añade hoy Diario de Bulos, pero son más que necesarios para poder abrir una ventana en la provincia y llenarla de nuevos aires y proyectos.
La imagen se ha recogido del blog: http://fusiontribal.wordpress.com