Hace más de cuatro años que Mariano Rajoy fue declarado candidato a la Presidencia del Gobierno encabezando al Partido Popular. Ésto ocurrió allá por agosto-septiembre de 2003, que ya ha llovido. Mariano Rajoy, además, fue relegado a la nevera para que ningún "problema" gubernamental le salpicara. En aquel momento había un perdedor declarado: Rodrigo Rato.
Desde que Aznar tomó esa decisión hasta marzo de 2004, seis meses después, Rato disfrutó de un premio de consolación: ser vicepresidente del Gobierno. Luego llegó el 14 de marzo y la derrota del PP y el comienzo de las mentiras que todavía aún perduran. Sin embargo, sólo un mes después, Rato era candidato a liderar el Fondo Monetario Internacional. Casi a la vez que ZP tomaba posesión del cargo de presidente y retiraba las tropas de Irak, Rato se abría una vía inesperada para casi todos. En cualquier caso, Rajoy le prometía encabezar las listas a las Europeas por el PP. Sin embargo, Rato se valió él solito para despuntar y ser el Director gerente del FMI. Así, en la primavera de 2004 todo era muy diferente al obscuro otoño de 2003. Todo lo que en el otoño parecía negro para Rato se iluminó y, de manera contraria, Rajoy, el inicial ganador, se apagó. En la actualidad, Rato es, quizá, el político más valioso que tiene el PP en la nevera. De hecho, estamos convencidos de que, si quisiera, podría dar un golpe de autoridad y arrebatar el liderato del partido a Rajoy si el 9-M se consuma una nueva derrota. Eso sí, todo dependerá de las ganas que tenga el económico.
Comparando lo que sucedió en 2004 con lo que acontece en la actualidad no queremos dejar escapar la oportunidad para hacer de adivinos. A día de hoy, el ganador claro parece Esperanza Aguirre y Rajoy en su lucha con Gallardón, quien representa al perdedor. Sin embargo, una segunda derrota más que probable del PP en la elección del 9 de marzo podría abrir fisuras de muy difícil cierre en el partido de la derecha. Se nos antoja muy improbable que Rajoy siga como líder del PP habiendo perdido dos elecciones y con un liderazgo endeble. Será entonces, cuando el nuevo Rato, en este caso Gallardón, podría tornar en un político que no se habrá manchado con esta segunda derrota y seguir preparando, con mayor fuerza, el asalto a la dirección general de los populares. Esperaremos a ver si en Diario de Bulos acertamos algo
No hay comentarios:
Publicar un comentario